28.10.04

EL AGUA de Torremolinos

CONSIDERACIONES GENERALES
El agua potable es el primordial elemento para la vida, progreso y adelanto de las ciudades. Prima sobre el mismo alcantarillado, que sin agua abundante no funciona: prima sobre la formación de ensanches que desprovistos de ella no serían habitables: prima sobre las mejoras urbanas, para las que es indispensable; su falta hace difícil o imposible el funcionamiento de escuelas, hospitales, mataderos, cementerios, y otras dependencias públicas.
Pero es que al mismo tiempo que el agua es tan necesaria, son generalmente, y quizá por eso mismo, numerosas las dificultades para obtenerla en cantidad, calidad y presión suficientes. Ampliándose constantemente los aprovechamientos de aguas públicas para riegos se limitan cada día más los recursos hidráulicos disponibles para abastecimiento; y por otra parte, los manantiales de dominio privado pasando al público, cuando salen del predio en que nacen, son también en general inadaptables a tal objeto, por el mismo motivo a no efectuar expropiaciones de regadios en grande escala, cuyo coste en la generalidad de los casos, no sería soportable por la localidad respectiva.
En las grandes capitales acrecen las dificultades, por que el consumo de agua aumenta de modo constante y en progresión más que aritmética por dos factores: el aumento de población y el consumo individual.
El ejemplo de Madrid es concluyente. en 1858, fecha de la inauguración del Canal de Isabel II, sus 200.000 habitantes consumían 2.000 metros cúbicos diarios, que pagaban por cubas, a razón de 2'50 pesetas el metro: en 1860 se consumieron ya 9.600 metros, 22.000 en 1870, 76.000 en 1890, 98.000 en 1900, 160.000 en 1910, 207.000 en 1915, y 223.000 según la última estadística que disponemos correspondiente al año 1924.
Viene ahora el segundo aspecto de la cuestión y es el de la calidad de las aguas. La calidad del agua potable depende en primer término de su composición mineralógica, en segundo de la materia orgánica que arrastre, y por último en su mayor o menor facilidad de contaminarse[1] con gérmenes patógenos cuya ingerencia causa al organismo molestias y en enfermedades graves, ocasionando con frecuencia el desarrollo de terribles epidemias y endemias constantes, con elevación terrible de la mortalidad. Todo ello obliga a rechazar las aguas que por un exceso de mineralización ni disuelven el jabón, ni pueden cocer bien las legumbres; así como a considerar sospechosas de posible contaminación todas las aguas corrientes, y las de los manantiales superficiales, o de pozos. Las de los manantiales profundos y con zonas de protección son las únicas que permiten tener en ellas confianza aunque con vigilancia que evite intromisiones peligrosas.
Además de lo expuesto se comprende que la situación de las fuentes el recorrido hasta la localidad, su nivel, las dificultades que ofrezca el terreno son otros tanto elementos que han de influir en la resolución de problemas, ya de por sí difíciles de suyo
II
EL CASO DE MALAGA
Para lo que respecta a Málaga bastaría hacer una brevísima historia. Aunque los Reyes Católicos y doña Juana por cédulas de 1488 y 1501 concedieran a la ciudad de Málaga, entre otros bienes, y con el carácter de propios, las aguas de Torremolinos, hasta 1875 no se inscribió en el Registro de la propiedad, la posesión de 7 manantiales en favor del Ayuntamiento; uno llamado del "ALBERCON", otro de "INCA" otro "CUEVA", y además cuatro manantiales más pequeños y sin nombre que se encontraban entre el "INCA" y el de la "CUEVA". En tal inscripción se hacía constar que el primer manantial estaba comprendido en una cerca de mamposteria de 11 x 10 metros; el 21 en otra de 14 x 3 de ancho, el 31 no cercado, ocupando 100 metros cuadrados aproximadamente y cada uno de los cuatro restantes veinticinco metros también cuadrados; apareciendo de la propia inscripción gravados los manantiales descritos con servidumbre a favor de los vecinos, molineros y regantes de Torremolinos, según la misma inscripción relaciona, y que de posesión convirtió el Ayuntamiento en otra de dominio en Julio de 1911.
Todos ellos, muy próximos entre sí se juntaban para formar un solo caudal[2], que entonces servía por completo, como después sus sobrantes, para mover molinos y regar terrenos. Encargó la Corporación los primeros estudios a don Eduardo Jáuregui, Director de este Instituto, persona de reconocida competencia, que encontró que dichos siete manantiales reunidos daban un caudal comprendido entre 31.968 metros cúbicos al día, (Agosto 1860) y 35.078 (Noviembre del mismo año). Recurrió después el ayuntamiento en 1866 a un ilustre Ingeniero don josé Morer y abril, y a don Joaquín Pérez de rozas, Teniente Coronel de E. M. que presentaron el proyecto que después se llevó a la práctica en 1874-76 y que en sus líneas generales coincide con el de Jáuregui. Los señores Morer y Rozas, hicieron un aforo de los manantiales en aquel año, 1866, encontrando 19.326 metros cúbicos al día en el "Albercón", 12.787 en los de "Inca" y "Cueva" reunidos, o sea un total de 32.313. Jáuregui, esta vez acompañado del notable Ingeniero don José María Sancha, de grata memoria para Málaga, aforaron en Septiembre de 1874, 16.366 metros cúbicos entre la "Cueva" y el "Inca". 15.293 en el "Albercón", o sea[3] 32.659 en total, todos ellos siempre sometidos a las seculares prestaciones o servidumbres de riegos y molinos. Los mismo Jáuregui como Morer y Rozas, estimaron que para una probable población futura de 130.000 almas y una dotación de 100 litros por día y habitantes, cómputo habitual en aquella época, hacían falta 13.130 metros cúbicos diarios, sin que nos expliquemos la razón de no adoptar número más redondo. No tuvieron en cuenta pérdidas de ninguna clase ni en la conducción ni en la distribución, y aceptando el Ayuntamiento tal criterio, indemnizó única y exclusivamente los usos o aprovechamientos privados de estas aguas hasta la medida de los 13.130 metros cúbicos diarios, que como eran inferiores al caudal del "Albercón" se tomaron única y exclusivamente de este, todo como disponía la R. O. de 9 de Agosto de 1867 aprobatoria del proyecto. El Ayuntamiento empezó a realizar por sí y realizó, parte de las expropiaciones, obras de toma y conducción, pero agotados sus recursos se echó en brazos de un concesionario, don Federico Gross, llegando las aguas a Málaga el 19 de Junio de 1876. Es muy difícil sintetizar en breves términos la accidentada historia de esta abastecimiento. El régimen de concesiones estaba entonces muy en boga para ejecutar y explotar las obras públicas: una deficiente, casi nula, preparación técnica y financiera de todas las organizaciones públicas con su inexperiencia consiguiente y su facilidad para acceder a toda clase de liberalidades, hacían que poco a poco cada concesión fuese un semillero de abusos y cuestiones. No es pues de extrañar lo acaecido con el abastecimiento de Málaga, a pesar que constituye la cumbre de las anormalidades jurídicas y administrativas. El proyecto aprobado por el Gobierno en dicha R. O. consistía en una conducción forzada doble que terminaría en el Ejido, en un depósito de 38 m. de cota solera, y 20.000 metros cúbicos de cabida. Las obras de distribución ínterin deberían ajustarse a los planos de dicho proyecto.
Concluida por Gross la conducción hasta Málaga, fue autorizado para reducir a 2.000 metros o sea la décima parte, la cabida del depósito regulador, cantidad verdaderamente ridícula; pero es el caso que ni aun eso se hizo y dicho depósito está aún sin construir, ni grande ni pequeño. Se quedó pues el abastecimiento de Málaga[4] sin depósito de ninguna clase, lo cual es el mayor desatino que pudo cometerse.
El Ayuntamiento, según contrato con el concesionario, se reservó el disfrute de 2.500 metros cúbicos diarios; 3.330 vendió el Ayuntamiento a perpetuidad por unas 300 pesetas cada metro, aunque tal precio fue embolsado por el propio concesionario, que quedó además:
a) En el disfrute de los 7.300 metros cúbicos restantes durante 99 años.
b) En el cobro de 35 anualidades a 34.000 pesetas como gastos de conservación.
A mediados de 1876 llegaron las aguas a Málaga. Después hasta el 31 de Julio de 1913 ocurren los siguientes hechos notables:
- El concesionario vende por 99 años todos los 7.300 metros de concesión.
- Contrata con el Ayuntamiento un englobamiento de manantiales inexistentes o ajenos, por tuberías que ya no admitían mayor gasto de los 13.130 a no ser suprimiendo el depósito regulador para reducir a cero las presiones.
- Declararse en quiebra la sociedad concesionario mediante el protesto de dos pagarés de pequeñas cantidades, y por último,
- Adjudicarse en subasta judicial las concesiones a nueva entidad en 1888 e incautación municipal del servicio en 1913, pagando en Ayuntamiento a la Empresa, previo un laudo, una suma de pesetas 600.000 y una pensión vitalicia de 18.000 a las señoritas Rodríguez Tena, a causa de que Gross no sólo vendió los metros de 99 años sino los que hipotecó además.
No haremos crítica de tales hechos que necesitamos exponer para inteligencia del asunto, pero sí hay que hacer constar que esos metros cúbicos de agua cedidos por el ayuntamiento al concesionario por 99 años para su explotación no han podido ni debido ser enajenado[5] por todo dicho periodo, y una vez cobrado por él todo lo que podía devengar, algunos millones, desaparece el mismo concesionario, lo cual constituye informalidad sin precedentes.
Las aguas enajenadas[6] por el concesionario habían sido objeto de expropiación forzosa, así como los terrenos ocupados con las obras y conducciones: el gasto anula de la explotación habría de ser cubierto forzosa y únicamente con las cuotas de los abonados de las aguas. No se podía infringir doctrina tan clara y terminante; y todo se ha venido tratando como si fuesen de materias de carácter libre y ordinario, siendo evidente también que el Estado ha debido intervenir para hacer respetar sus propias disposiciones. No es admisible que el expropiante pueda hacer con la cosa expropiada, más que aquello y en la forma para que taxativamente se le autorizó.
De suerte que cuando nos encargamos en 1921 del nuevo proyecto y del servicio de aguas, solo poseía el Ayuntamiento en propiedad unos 8.000 metros cúbicos diarios del "Albercón" y unos 700 de la "Pellejera", o sea 9.000 en total en números redondos, teniendo además arrendados otros 14.000 de los manantiales "San josé" y la "Pellejera", por 75.000 pesetas anuales próximamente.
Deberían, por tanto, llegar a Málaga unos 23.000 metros cúbicos de agua, siendo conducidos por dos tuberías de fundición, de 0 m 43 de diámetro interior, de unos 15 kilómetros de longitud que se prolongaban directamente con las de distribución en la ciudad sin interposición de depósito alguno. Pero las tuberías no podían transportar a Málaga más que 8.000 metros cada una, 16.000 entre las dos, siempre que no hubiera depósitos ni presiones, y 11.000 caso contrario y por tanto empezaban vertiéndose unos 7.000 metros por la caseta de origen de los mismos tubos; por otra parte siendo solidarias la conducción y distribución repercuten recíprocamente los incidentes de cada en la otra; por último, numerosos tubos en mal estado, y existiendo más de dos docenas de puntos altos y bajos, provocaban roturas en los primeros, y dificultades en el desagüe de los segundos por no ofrecer para ello el terreno disposición alguna, teniéndose que recurrir a las bombas en caso de roturas.
Resumen de la situación con que nos hubimos de encontrar:
- unos 9.000 metros de agua de propiedad del Ayuntamiento, otros 14.000 arrendados, y sujetos por tanto a las veleidades de sus propietarios al llegar cada renovación de contrato;
- una conducción que no podría traer más que el 75 % del agua disponible, y que para conseguirlo tenía llegar a Málaga el agua sin presión ninguna y bastante mermada por fugas, o sea que sólo había disponible en Málaga un 50 % de los 23.000 metros, y al nivel del suelo.
Y además frecuentes roturas en la conducción imposibilitaban casi en absoluto, mientras se reparaban, la distribución interior. el servicio era por tanto, escaso y precario; y con agravación mayor cada día de tal modo que aumentando el consumo, al par que disminuía el volumen transportado, se aventajaban las instalaciones y bajando la presión de año en año, se había llegado a un estado insostenible que amenazaba con una probable y posible cesación del servicio, con todas las fatídicas consecuencias.
En vista de todo ello, previo concurso, y siendo Alcalde don Francisco García almendro llegamos a este cargo de Ingeniero Director de la obras de mejoras y reformas en el abastecimiento de aguas potables de Málaga, y habiendo tomado posesión del cargo el día 7 de Marzo de 1921, en Diciembre del mismo año presentamos
III
NUESTRO PROYECTO
No cabía duda de que han de agotarse, primero los recursos hidrológicos de la sierra de Torremolinos, antes de pensar en caudales de otro origen, y al efecto, hicimos dos cosas: solicitar del Ministerio de Fomento declarase la no existencia de aguas públicas racionalmente aplicables al abastecimiento, y que el Instituto geológico de España hiciera un estudio de la cuenca alimentadora, cosas ambas que fueron rápidamente conseguidas, y que han permitido las expropiaciones de manantiales y molinos, así como el no marchar a ciegas, antes al contrario, con competente documentación, para la captación, mejora y enlace de los propios manantiales, siendo evidente que sin todo ello, hubiese sido algo ilusorio el buen resultado del proyecto y de las obras.
No podía aprovecharse el sistema existente; toda vez que entre los manantiales y el depósito proyectado en el Ejido[7] existen 15 metros de desnivel que en los 15 kilómetros dan una pendiente de 0.0001, que para el diámetro de 0, m 43 resulta que cada tubo sólo podría transportar unos 5.500 metros cúbicos diarios de agua. Hubieran hecho falta 7 tubos para transportar los 35 a 490.000 metros cúbicos diarios, 5 más que los existentes o un solo 3Er. tubo de o m. 90 de diámetro y 15 kilómetros de longitud. pero como al mismo tiempo habría sido preciso separar los dos tubos actuales, reforzar el puente del Estado sobre el Guadalhorce, ampliar la zona ocupada, hacer nuevas las dos docenas de casetas de ventosas y desagües, hacer estos mismos desagües de modo costoso y dificilísimo, gastando aun más que con la solución que hubimos de adoptar, y dejando además las cosas en bastante malas condiciones, entre ellas diez metros menos de carga en Málaga, y su arreglo de la distribución interior caro y difícil, tuvimos, pues que desechar toda solución de conducción forzada que aprovechara el trazado y las tuberías actuales.
No existía otra solución en nuestro modesto criterio que un acueducto libre cerrado, con interposición de algún sifón verdadero, sin subidas ni bajadas alternas en su perfil. Con ese criterio redactamos nuestro proyectos, hoy virtualmente ejecutado, salvo variantes que lo han mejorado notablemente.
Se proyectaron 6 túneles con 1,828,98 metros de longitud: han resultado 14 en la ejecución con 2,553,70 metros.
Los túneles tienen 1,10 metro de ancho por 1,60 de altura.
Ha de hacerse especial mención del túnel núm. 6, que como da paso al sifón del Guadalhorce tiene dimensiones mucho mayores: 2,70 de ancho por 2,22 de altura libre.
Figuraban 8 puentes acueductos importantes y otros tantos puentes sifones, de los que 7 se han convertido en puentes acueductos, y un número importante de obras pequeñas. La longitud de canal entre los manantiales y el depósito número 1, era de 16.192 metros, habiéndose reducido en la construcción a 14.300. La pendiente adaptada 0'0003 en los tramos libres y 0'0005 en los forzados, se ha respetado en la ejecución.
El puente sobre el Guadalhorce es la obra más importante de la conducción. Consta de 12 tramos: cuatro centrales de 24, 30, 30 y 24 metros de luz; cuatro de avenidas a cada lado de 12, 15, 15 y 12 metros descansando sobre 13 apoyos de fábrica con paramento de sillería. Los tramos son metálicos, continuos cada cuatro, y sobre ellos descansa el tubo del sifón, todo ello construido en los talleres "Euskalduna" de Bilbao.
Se han conservado las secciones circulares del canal libre, y de los sifones (1 m. 10 y 1 m. 20 de diámetro respectivamente) susceptibles de dar paso con las pendientes dichas a más de 600 litros por segundo. el canal libre que habría de haberse ejecutado con el material llamado cantillo en la localidad, ha sido sustituido por el hormigón en masa, con grandísima ventaja para la seguridad y vida de la obra.
El paso del río Guadalhorce es el accidente más importante que se encuentra, como ya antes se ha hablado. Gracias a una rectificación del trazado, la longitud del sifón ha quedado reducida a 6.270 metros, de los que 5.400 son metálicos y el resto hormigón armado. el espesor de la chapa, 5 m/m en el proyecto, se ha ampliado a 6 para dar mejor vida a la obra. Se había pensado poner el tubo al aire sobre soportes de mampostería: el gran número de éstos, las precauciones para contrarrestar los efectos de las dilataciones por el calor, el coste de pintura de 25.000 metros cuadrados de superficie exterior del tubo, el temor a los efectos del vaciado sobre la chapa y por último los grandes esfuerzos que el tubo ha de desarrollar sobre sus apoyos, aconsejaron forrar el tubo con una capa envolvente de hormigón de 0'10 m. de espesor y dejar todo ello enterrado, apoyado en toda su longitud y a cubierto de las variaciones de la temperatura. La carga de este sifón, el que ha de servir para el paso del río Guadalmedina del canal de enlace superior de los depósitos núms. 1 y 2, sifón que tiene 1,270 metros de longitud, de los que 288 ms. son de hormigón armado y 982 de sifón metálico, de 5 m/m de espesor, forrado de hormigón hidráulico, enterrado en el cauce y debidamente protegido. Este sifón no estaba en el proyecto aprobado, y a pesar de ello está de construcción muy adelantada.
Sobre el arroyo de las Cañas se ha hecho otro sifón, de hormigón armado, de 600 metros de longitud, 20 metros de carga, con puente de 13 de luz,: y por último en el Arroyo de los Ángeles otro sifón, también de hormigón, de 430 metros de longitud y 15 de carga. Resulta por consiguiente que la longitud total de los sifones es de 8.568 metros, en 14,430 metros, distancia total entre los manantiales y el depósito núm. 2 (Olletas). Aquella longitud de sifones se descompone del modo siguiente:
Con chapa de 6 m/m
5.398,50 metros
Con chapa de 5 m/m
982,00 metros
Suma lo metálico
6.380,50 metros
De hormigón armado
2.187, 50 metros
Total general
8.568,00 metros
Peso total de la parte metálica de la conducción incluso el puente sobre el río Guadalhorce 1.413 toneladas de acero laminado y fundido.
La capacidad de los depósitos según el proyecto debería ser:
2 Compartimientos (Teatinos)
5.000 mts.3
1 Compartimiento (Suárez y Almendrales)
5.000 mts.3
1 Compartimiento (Palo)
2.500 mts.3
Suman
12.500 mts.3
En vez de esto hemos hecho un depósito en Teatinos (Florida) de 17.000 metros y excavado el de 30.000 (olletas).
Las toneladas de cemento Porland consumidas en la conducción han sido 7.000 en números redondos.
En lo que respecta a la expropiación de aguas y terrenos, se han invertido las 1.750.000 pesetas del presupuesto:
a) En la adquisición de la "Pellejera" (6.000 metros cúbicos diarios, "San José" (8.000), 17 molinos y varias servidumbres de riego que producen unos 9.000 metros cúbicos diarios de agua;
b) En fincas para la protección de los manantiales (Inca, Pozuelo, Pellejera, Moro, Navarrete);
c) En terrenos para todo el trazado del canal en un ancho de 14 metros, adquiridos en propiedad más 20 más a cada lado en los que se obliga a la limitación de cultivo de arbolado, así como para los depósitos números 1 y 2.
Los arriendos de agua economizados y las rentas que se obtienen de los terrenos de protección suman unas 80.000 pesetas anuales que representan un capital de 1.600.000 pesetas y como por otro lado la inversión total de lo expropiado difiere poco de los 1.750.000 pesetas, se ve perfectamente que los 150.000 de exceso corresponden muy módicamente al precio de las fincas para protección y de los terrenos para las obras del acueducto y depósitos.
En junto, se han expropiado algo más de 600 hectáreas de terrenos y 23.000 metros cúbicos de agua diarios y se han limitado los cultivos de arboleda en 50 hectáreas aproximadamente.
Por tanto, lo mismo en obras que en expropiaciones las sumas invertidas, unos ocho millones en total, responden más que plenamente a las previsiones del proyecto y del presupuesto, hecho bastante raro por cierto, máxime cuando se han introducido bastantes mejoras y ampliaciones, todo lo cual demuestra la lealtad con que se han llevado las cosas; y como además las obras se han hecho con la celeridad pactada, sin contratiempos ni accidentes desagradables, ni con luchas con propietarios y contratistas, hay razón sobrada para congratularse de la gestión que se ha llevado a efecto.
IV
LO QUE SE HA CONSEGUIDO CON LAS OBRAS HECHAS Y RECURSOS INVERTIDOS.
Se ha conseguido con lo hecho hasta hoy mediante obras sólidas bien pensadas y ejecutadas.
a) Obtener la propiedad plena y absoluta de aguas para completar un caudal de 32.000 metros cúbicos diarios, igual al que existía en 1860 en el cauce de los Molinos.
b) Proteger de un modo eficaz los manantiales mediante la adquisición de terrenos en gran escala.
c) Resultar casi compensado lo pagado por nuevas aguas y terrenos de protección mediante el ahorro del precio anual de los arriendos, y el cobro de las rentas de los mismo terrenos.
d) Adquirir la libertad completa para arreglar los diversos manantiales en la forma que mejor crea el Ayuntamiento así como haber podido llegar a acuerdo con los regantes para reducir a lo estricto el agua consumida en las servidumbres que han de respetarse.
e) Dotar al canal de conducción de la capacidad suficiente para el transporte del mayor volumen de agua que en lo sucesivo pudiese tomarse de otros manantiales que todavía quedan de propiedad privada en la misma cuenca hidrológica.
f) Asegurar en Málaga las presiones de un modo invariable e ineludible.
g) Poner abastecimiento en condiciones que hoy no posee para establecer una explotación municipalizada formal y remuneratoria.
Los recursos invertidos han sido exclusivamente los obtenidos del empréstito de 1923, pagadero con el producto de la décima sobre las contribuciones urbanas e industrial concedido por el Estado, siendo Alcalde D. Narciso Briales Franquelo que obtuvo el dicho empréstito de la Casa Marsans de Barcelona, que acudió en unión de la Empresa General de Construcciones, regida por D. Melchor Marial que es la que ha llevado a cabo las obras, habiendo todos los Ayuntamientos posteriores coadyuvado intensamente para el mejor éxito del asunto, siendo Alcalde casi todo el tiempo de construcción el hoy honorario perpetuo Don José Gálvez Ginachero, cuya actuación en este asunto nunca elogiaremos ni agradeceremos bastante. Es también digna de la mejor mención la del señor General D. Enrique Cano ortega, Gobernador Civil que inauguró las Obras, las ha visto hacer sin interrupción desde su cargo, ya ahora presencia la llegada del agua siendo alcalde de Málaga.
He de hacer elogio especial además en este sitio de los colaboradores técnicos del Ayuntamiento, los Ingenieros de Caminos, D. Francisco Martín Gil, D. Carlos Loring Martínez, el Ayudante de Obras Públicas D. Manuel Gorría Guerbós y el Fontanero Jefe D. Rafael Ruiz del Portal, todos los que nos han prestado valiosísimos servicios, así como el Ingeniero de la sociedad Contratista D. Laureano Liñán Mesa. Plácemes merece también el personal subalterno que se ha multiplicado en celo, inteligencia y cariño verdadero, con que han procurado que las obras sean lo más perfectas posibles. Y por último el Interventor municipal D. Miguel López Pelegrín, y el Secretario del Ayuntamiento D. Rafael Martos Muñoz han contribuido también muy eficazmente al buen resultado obtenido.
VI
LO QUE ES ESTE PRIMER PERIODO
El primer periodo es el de aplicación del proyecto, concurso y empréstito de 1923. Con su conclusión puede abrirse el periodo de explotación y en el mismo hacer por consiguiente las ampliaciones que se estimen necesarias dentro de los recursos que entonces puedan arbitrarse y de los ingresos del propio negocio.
Pero como los barrios altos de la ciudad están sedientos y molestísimos por la falta de agua, hemos creído oportuno dárselas desde luego por el acueducto, y de la nueva procedencia del manantial de "Inca", dejando para una fecha próxima los enlaces con la distribución de la parte baja, y con el depósito núm. 1, aun no terminado a falta de parte de la cubierta; y de este modo, el Ayuntamiento por otro lado se ahorra el gran gasto que le representa, a pesar de la exigüedad del volumen servido, surtir con carro-cubas y camiones los barrios altos citados.
VII
LO QUE FALTA HACER
Una vez cubierto el depósito núm. 1 y enlazado con la actual distribución se entrará en el segundo período de las obras. El ilustre Ingeniero D. ramón de Aguinaga, Director del Canal de Isabel II, decía en su memoria de 1918: "Obras de esta magnitud y para esta clase de servicios no se improvisan necesitan de un período de realización indefinido porque las necesidades a que han de satisfacer se desarrollan progresivamente y de una manera contínua."
Y con efecto, para demostrar los asertos del ilustre Ingeniero bastará decir:
En dicho Canal de Isabel II se gastaron desde el comienzo de las obras (1851) hasta terminar las necesarias para conducir las primeras aguas a Madrid (1858) la suma de 33.522.882 Ptas.: en 1922 se iba ya por los 110 millones: hoy se excede de 150, y estando pendientes de ejecución otros vastos proyectos complementarios o adicionales.
Tienen además otras obras de aguas un aspecto industrial que las hace aptas en grado sumo para la municipalización del servicio: son esencialmente remuneradoras en grado creciente, por bajas que sean las tarifas de explotación. Ya el Canal de Isabel II, en 1922, disponía de un ingreso líquido de 3.692,353, suficientes para amortizar en 35 años y un 5 % de interés, un empréstito de 60 millones de pesetas. de suerte que el Canal no solo cubre por sí sus gasto de explotación, sino que además atiende sin gravamen para el Estado a todas sus mejoras y ampliaciones. Y si comparamos con otras capitales europeas y americanas veremos que el producto por habitante del abastecimiento de aguas varía en la siguiente forma:
El producto bruto por habitante anual en europa y américa oscila entre 39.38 Ptas (San Francisco) y 4.64 (Madrid): los gastos referidos a iguales unidades varían de 13.49 en Toronto a 1.77 en Madrid, resultando por tanto en la capital de España un producto líquido por habitante de 2.87 Ptas., a pesar de que las tarifas oscilan desde 0.10 de pesetas el metro cúbico a o.30, y con rebaja de 25,% a los particulares en algunos casos, del 20 % al 40 % para los establecimientos provinciales de Beneficencia y gratuito el suministro para el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de no ser dueño del Canal.
CONCLUSIÓN
Una de las cosas más meritorias que pueden realizarse en beneficio del pueblo de Málaga consistiría en que todos sus habitantes tuviesen noción de lo que el acueducto representa, de la bondad de sus obras, y de la firme base que constituye para ulteriores y precisas ampliaciones.
Acompañamos dos estados numéricos expresión de como se ha desarrollado el presupuesto aprobado y su empréstito correspondiente, y de aquel presupuesto de lo que habrá que ir gastando en lo futuro. La primera parte de la obra, quedará cumplida totalmente: con ello se cierra el primer periodo de construcción y puesta en explotación del abastecimiento: la segunda parte son mejoras y complementos que fácilmente se podrán cumplir si se administra bien el mismo abastecimiento mediante tarifas y reglamentos que no necesitan ser altas y rígidos, sino simplemente cumplirse con formalidad. No hay razón para que el abastecimiento de aguas no sea en Málaga como en todas partes una fuente natural, legítima, copiosa y grata de ingresos, en la extensión requerida para su desarrollo.
Y dando las gracias a todos cuantos han ayudado para el éxito en este asunto, y felicitar al pueblo de Málaga y a su Excmo. Ayuntamiento damos por terminada esta exposición.
Acompañamos también el plano y perfil longitudinal del trazado del acueducto así como fotografías de algunas de las obras más importantes.
Málaga, Agosto de 1926.- el Ingeniero Director, José Bores y Romero.

NUEVA TRAIDA DE AGUAS DE TORREMOLINOS

IMPORTE APROXIMADO DE LAS OBRAS QUE FALTABAN POR EJECUTAR EN 30 DE JUNIO DE 1926 Y DE LAS NO INCLUIDAS EN EL ACTUAL PROYECTO
Nueva traida de aguas de Torremolinos
Importe aproximado de las obras que faltaban por ejecutar en 30 de junio de 1926, con cargo al proyecto aprobado y su empréstito.

PESETAS
Ingerencia de los manantiales y arreglo somero de los mismos
20.000,00
Primer trozo del Canal 84,00 m.l.
7.440,00

27.440,00
Sifón del Guadalhorce
Parte metálica 100 m. l.a 255,85 ptas
25.585,00
Revestido 1.564,60 m. l.a 25,95 ptas
87.539,00
Revisión, peso y piezas especiales
23.104,00
Pintado de tubería y puente
10.800,00
Caño seco en toda la longitud
6.260,00
Arriostamiento y modificación del anclaje
3.500,00

156.788,00
Depósito de Teatinos (17.000 m.3)
Cubierta
170.460,00
Compuertas y venturi
15.000,00
Casetas, enlucido a presión y cristaleras
13.500,00

198.960,00
Sifón del Guadalmedina
Excavación
10.110,00
Parte metálica 603 m. l. a 214,20 ptas
129.162,00
Revestido de 603 m. l. a 55,95 ptas
33.737,00
Pintado tubería
3.796,00
Obra carretera del Puerto de las Pedrizas
3.951,00

180.756,00
Caseta de los Sifones
Alzado en las de Pastor, Ángeles, Morillas y Almidonero
10.932,00
Compuertas, puertas y ventanas metálicas en todas y en el desagüe de Cuesta de Castillo
34.760,00

45.692,00
Losas de tapa en los registros
1.000,00

1.000,00
Tuberías de enlace con las actuales
1.342 m. l. tubería de 350 m/m de fundición en Suárez a 75,11 ptas.
100.797,62
1.342 m. l. de colocación a 24,50 ptas
32.879,00
Tubo venturi de 350 m/m
3.500,00

137.176,62
525 m. l. tubería de 600 m/m de hormigón a 60 ptas. por carretera Cuesta del Espino
31.500,00
Excavación en 425 m. l. con 1.700 m. cúbicos
5.729,00
540 m. l. de tubería de fundición de 500 m/m a 140 ptas
75.60,00
540 m. l. de colocación a 35 ptas
18.900,00

131.729,00
Tubería servida pendiente de pago
440 m. l. de 300 m/m
30.800,00
55 m. l. de 350 m/m
4.131,05

34.931,05

914.472,67
14 % de Contrata sobre 794.916,67
111.288,33

1.025.761,00
A descontar por acopio
certificado incluso el 14 %
178.738,32
Quedan
847.022,68
5% de imprevisto
42.351,13
Importe total, pesetas
889.373,81
RESUMEN
PESETAS
Cantidad líquida de adjudicación
5.939.725,43
Importe de las 30 certificaciones expedidas
4.918.776,44

1.020.948,44
Importe de las obras arriba presupuestadas
889.373,81
Saldo a favor del presupuesto, Pesetas
131.575,18
Málaga 5 de junio de 1926
Nueva traida de aguas de Torremolinos
DISTRIBUCIÓN AMPLIADA NO INCLUIDA EN EL ACTUAL PROYECTO

PESETAS
Depósito Olletas, 1 compartimiento de 15.000,00 m. cúbicos
450.000,00
250 m. l. De tubería de hormigón de 900 m/m a 100 ptas
25.000,00
235 m. l. de tubería de hormigón de 700 m/m a 75 ptas
17.625,00
Excavación de 485 m. l. con 1,455 m. cúbicos
4.903,00
525 m. l. de tubería de fundición de 700 m/m a 231 ptas
121.275,00
Colocación de esta tubería a 49 ptas
25.725,00
Levantamiento de 11.000,00 m. l. de tubería de 430 m/m a 16 ptas
176.000,00
Colocación de 9.000,00 m. l. de tubería de 430 m/m a 23 ptas. incluso excavación
207.000,00
875 m. l. de 300 m/m a 17 ptas
61.250,00
Colocación de 875 m. l. de 300 m/m a 17 ptas.
14.975,00
500 m. l. de 200 m/m (colocación) a 14 ptas
7.000,00
2.700 m. l. de 150 m/m a 28,70 ptas
77.490,00
2.700 m. l. de colocación de 150 m/m a 10,50 ptas
28.350,00
1.565 m. l. de 100 m/m a 15,50 ptas.
24.257,00
1.565 m. l. de colocación a 7 ptas.
10,955,00
12.200 m. l. de 80 m/m a 14 ptas.
170.800,00
12.200 m. l. de colocación a 5,60 ptas
68.320,00
520 bocas de riego a 125 ptas. colocadas
65.000,00
Piezas especiales, llaves de corte, desagüe, etc
52.400,00
Imprevistos
81.461,00
Suma, Pesetas
1.710.686,00
14 % de contrata
239.496,00
Importe total, Pesetas
1.950.182,00
Málaga 5 de julio de 1926.
APÉNDICE
Nota sobre la calidad de las aguas
Bajo el nombre genérico de aguas de Torremolinos se comprenden a todas aquellas que emergen de la Sierra del mismo nombre o de Mijas, gran macizo de calizas dolomíticas que es una derivación de sistema penibético de nuestra Península, macizo que forma una enorme esponja y en el cual es fácil alumbrar manantiales por medio de pozos y galerías convenientemente dispuestas. Existen, pues, allí, manantiales de épocas diversas: algunos muy antiguos, otros que datan sólo de algunos años, pero todos dan agua de idéntica composición química y de iguales caracteres físicos. De uso secular en la bebida de los pueblos cercanos, y durante los últimos 50 años en Málaga, no se ha tenido nunca la menor sospecha de que hayan producido enfermedades de carácter hídrico, lo que denota las buenas condiciones filtrantes de esta formación geológica. A pesar de eso, se ha encontrado en algún análisis la presencia del B. Colli, aunque no acompañado de estreptococos. Esto quiere decir únicamente que tratándose de manantiales que brotan en una zona poblada y cultivada han de tomarse medidas de protección contra posibles y aun probables contaminaciones.
Hoy día, está reconocido y decretado, puede decirse que no hay aguas que puedan dispensar de constante vigilancia sanitaria y hasta de una purificación o esterilización constante. Sin embargo en el caso actual y basándonos en larguísimas experiencias a que estas aguas han estado sometidas, bastará de seguro una protección higiénica de la zona de terreno que circunde a los manantiales, toda vez que no existe el menor género de duda acerca de la pureza bacteriológica de sus aguas.
Análisis del agua de torremolinos tomada del grifo del Laboratorio Municipal en Noviembre de 1925, por el Doctor Fiestas, Director del mismo.

Dureza total
201 hidrotimétricos franceses
Dureza temporal
515 hidrotimétricos franceses
Dureza permanente
1415 hidrotimétricos franceses
Residuo seco a 1101
224'4 mgms por litro
Residuo seco a 1801
214'4 mgms por litro
Cloro, expresado en CINa
25'1 mgms por litro
Acido sulfúrico expresado en SO3
8'0 mgms por litro
Cal (Cao)
54'4 mgms por litro
Magnesia (Mgo)
31'0 mgms por litro
Materia en orgánica en líquido ácido expresada en oxígeno
0'87 mgms por litro
Amoníaco
0'0 mgms por litro
Acido nitroso
0'0 mgms por litro
Acido nítrico
0'0 mgms por litro
Número total de gérmenes por cm.3. (media de varias determinaciones)
550
Cantidad total de colibacilos por litro, (media de varias determinaciones)
200
Málaga 10 de Agosto de 1926
El director,
Doctor Fiestas.

NOTAS
Con fecha 11 de septiembre de 1.897 se firma escritura de venta del metro de agua de Torremolinos con n1 de Registro 1.082, que otorga el Ayuntamiento de Málaga a favor de D. Antonio Bernal y Díaz.
Actúan, como notario D. Francisco Villarejo y González del Ilustre Colegio de Granada, D. Salvador Solier y Pacheco como Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Málaga, D. Manuel Baguena y Ruiz como Síndico del Ayuntamiento de Málaga, estos autorizados por el Pleno de la Corporación, siendo Secretario de la misma D. José Rubio Salinas, abogado de Derecho Civil y Canónigo, en la sesión celebrada el 27 de agosto de 1.897.
De otra parte, D. Antonio Bernal y Díaz[8], con cédula de indentidad n1 1.065, documento en Málaga en 1.896

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